Se debe acudir a especialistas en ello, como el psicólogo o el psiquiatra, o al médico de cabecera (y es éste quien evalúa la necesidad de derivar al especialista).

También puedes acudir a tu farmacéutico de confianza que como profesional sanitario podrá ayudarte y darte el mejor consejo. Lo realmente importante es que quienes sufran ansiedad pidan ayuda. Es de vital importancia detectar la ansiedad a tiempo y tratarla desde una fase temprana para evitar que la patología derive en casos de ansiedad más graves.

Medicamentos a base de plantas
Cómo tratar la ansiedad

Existen varias terapias para tratar la ansiedad dependiendo del tipo de ansiedad. Consulta siempre a un profesional para recibir la terapia más adecuada

El tratamiento de los trastornos de ansiedad debería ayudarnos a:

  • Disminuir los síntomas.
  • Disminuir la posibilidad de recaída.
  • Aumentar el rendimiento laboral.
  • Aumentar la calidad de vida de los pacientes.
  • En definitiva, a estar bien.
Cómo tratar la ansiedad

Existen varias terapias para tratar la ansiedad dependiendo del tipo de ansiedad. Consulta siempre a un profesional para recibir la terapia más adecuada

El tratamiento de los trastornos de ansiedad debería ayudarnos a:

  • Disminuir los síntomas.
  • Disminuir la posibilidad de recaída.
  • Aumentar el rendimiento laboral.
  • Aumentar la calidad de vida de los pacientes.
  • En definitiva, a estar bien.

¿Qué tratamientos existen para tratar la ansiedad?

Para el tratamiento de la ansiedad existen diferentes tipos de tratamientos, en esencia se dividen en:

  1. 1. Terapia psicológica
    2. Tratamientos farmacológicos
    3. Productos de origen natural o complementos alimenticios
    4. Medicamentos ansiolíticos de origen natural

1. Terapia psicológica:

La terapia psicológica ha demostrado su eficacia para tratar la ansiedad en múltiples ocasiones. Es importante acudir a un psicólogo colegiado y cualificado para que pueda aplicar al paciente técnicas avaladas científicamente. Ni todos los profesionales ni todas las terapias son válidas.
Para poder elegir el profesional adecuado se aconseja:

•   Consultar el listado de profesionales de los colegios de psicología (COPs) de nuestra Comunidad Autónoma.
•   Asegurarnos que cuenta con número de colegiado/a.
•   Asegurarnos que tenga titulación reglada como psicólogo/a, ya sea licenciatura o grado, y que cuenta con la especialidad necesaria (habilitación sanitaria).

Para pacientes con ansiedad y estrés se pueden recomendar varias técnicas de relajación como la respiración diafragmática, el entrenamiento autógeno de Shultz, la relajación muscular progresiva y/o la meditación. Estas técnicas son fáciles de aprender y muy asequibles, sin embargo, requieren una gran disciplina y es necesario practicarlas de manera regular, requieren unas semanas antes de empezar a ver resultados.
De igual manera, se ha demostrado la enorme eficacia a la hora de combinar psicoterapia más tratamiento farmacológico.

2. Tratamientos Farmacológicos

Gracias a su rápido efecto de sedación y su asequible precio, estos fármacos han sido hasta ahora la primera alternativa para los pacientes. Actualmente, los fármacos sintéticos más utilizados en el tratamiento farmacológico de los trastornos de ansiedad e insomnio son las benzodiazepinas y los ISRS (inhibidores de recaptación de serotonina). Estos fármacos siempre deben ser recetados por profesionales como psiquiatras. Igualmente, su uso debe ser supervisado por este especialista para casos de ansiedad severa y durante un tiempo limitado.

•  Benzodiazepinas: son eficaces para el tratamiento de la ansiedad a corto plazo, pero no se deben utilizar a largo plazo, pues conllevan una serie de riesgos y efectos secundarios que afectan a la vida diaria del paciente. Los efectos secundarios más frecuentes de estos fármacos son sedación, somnolencia, pueden generar dependencia, desarrollo de tolerancia, síntomas de abstinencia, mareos o “efecto resaca” y disfunción sexual. La interrupción del tratamiento puede llegar a causar problemas bastante graves debido a sus diferentes efectos de abstinencia (como ansiedad, insomnio, tensión muscular y deterioro de la memoria). Por ello, después de la remisión de los síntomas, el tratamiento debe continuarse durante varios meses con el fin de evitar recaídas.

•  ISRS: ya que la ansiedad está habitualmente acompañada de depresión, en ocasiones el especialista prescribe medicamentos antidepresivos. Un ejemplo son los inhibidores de recaptación de serotonina (ISRS), que carecen de muchos de los efectos secundarios de las benzodiazepinas, pero aun así pueden originar nauseas, inquietud, insomnio y dolor de cabeza.

3. Productos de origen natural o complementos alimenticios

Productos a base de Valeriana, Hierba de San Juan, Pasiflora, Lúpulo y Melisa, son algunas opciones habituales para los pacientes. Sin
embargo, se ha demostrado que ninguna de estas hierbas tiene un efecto ansiolítico. Además, tienen un mecanismo de acción lento, es decir que su acción no es inmediata y requiere de algún tiempo para que sus efectos sean evidentes. Los sedantes pueden producir un efecto parecido a la resaca
y prolongar su efecto durante el día. Cabe destacar que La Hierba de San Juan tiene un alto riesgo de interacción con otros fármacos como los antibióticos y los anticonceptivos. Además los que son complementos alimenticios no han probado su eficacia clínica.

4. Medicamentos ansiolíticos de origen natural

Para cubrir esta necesidad de tratar la ansiedad con un medicamento que sea eficaz en el tratamiento de la ansiedad y a su vez seguro, se ha lanzado al mercado Lasea®, medicamento de origen natural.

Lasea® es un medicamento ansiolítico de origen natural, cuya eficacia ha sido demostrada gracias a numerosos estudios clínicos. Es de venta en farmacia sin necesidad de receta. Su eficacia, su cómoda posología (una vez al día) y su buen perfil de seguridad hacen que sea una buena opción para el tratamiento de la ansiedad.